La verdadera historia de Eva


La verdadera historia de Eva.




El mito bíblico afirma que Eva [en hebreo, Hawâ] fue la primera mujer del universo. No obstante, esto no impide que incluso ella tenga una historia detrás.

La fuente más conocida para el mito de Eva se encuentra en el Libro del Génesis. Allí se nos informa que fue creada en el Edén, pero no en cualquier rincón de este delicioso jardín, sino en el huerto.

Contrariamente a lo que se piensa al oir la historia de la costilla de Adán, es decir, que Eva es un sub-producto del hombre, la realidad mítica es mucho más compleja. Eva no es creada a partir de materiales groseros como la arcilla y el barro, tal como su compañero Adán, sino del material más noble pensado por dios; es decir, el propio hombre [ver: Eva y esa costilla de la que no nació]

En este sentido conviene desechar las ideas de que Eva es una especie de residuo del varón, sino una criatura conformada a partir de la nobleza. Algunos incluso sospechan que la «costilla» simboliza en realidad el «costado de Adán», algo parecido a lo que sucede con el mito de las almas gemelas dentro de los griegos, es decir, que el hombre y la mujer fueron separados para dar forma a los principios masculino y femenino, en hebreo, el Ish y la Isha, el varón y la hembra.

El nombre Eva [Hawâ] significa tanto «madre de lo que vive» como «dadora de vida», es decir, un epíteto para «madre»; algo que se ajusta perfectamente a la primera orden de Dios: multiplicarse [Génesis 1:28]. Visto en retrospectiva aquel mandamiento parece condenar a la mujer a convertirse en un útero funcional, pero su sentido está muy lejos de eso. Dios no se dirige únicamente a Adán, sino a ambos por igual.

En este punto entra a tallar la escena de la prohibición de comer del Árbol del Conocimiento del bien y el mal. En otras palabras, de comer del árbol que permite diferenciar lo bueno de lo malo. Paradójicamente, Dios formuló esa prohibición a dos seres incapaces de distinguir la diferencia entre un acto bueno y uno malo, de forma que cualquier prohibición resulta vana.

El Génesis sostiene que Eva fue engañada por la serpiente, pero tal vez las cosas no hayan sido tan radicalmente absurdas. Eva sacrificó el paraíso y sus dones bucólicos en favor del conocimiento [ver: ¡Eva era la Serpiente!]

El castigo por esta trasgresión fue el nacimiento de la humanidad, es decir, de las desdichas que nos conforman como humanos; pero también revela algunos temores pluralistas de Dios, que en ese punto del Génesis el Señor parece olvidar momentáneamente que es Único y Omnipotente, y habla de sí mismo como si fuesen muchos:


«El ser humano ha llegado a ser como uno de nosotros, pues tiene conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que extienda su mano y también tome del fruto del árbol de la vida, lo coma y viva para siempre.» [Génesis 3:22]


El trato que Dios le ofrece a Adán y Eva tiene cláusulas inadmisibles [ver: Adán y Eva: una historia de amor]. Para vivir en el Paraíso es necesario prescindir del conocimiento, algo que Eva no estaba dispuesta a tolerar.

Ya expulsados del Edén, Adán y Eva se enfrentaron a un mundo hostil, donde los frutos no brotaban como por arte de magia, sino que había que ganárselos con trabajo y perseverancia. Así llegaron sus primeros hijos, Abel, Caín, Set, y muchos otros. Erróneamente se cree que Eva tuvo solo dos hijos. Basta revisar el Génesis 5:4 para advertir que parió una cifra indeterminada de vástagos.

Ahora bien, salgamos por un momento del míto bíblico de Eva y busquemos su pasado en otras mitologías. En Sumeria, por ejemplo, más precisamente en la historia de Gilgamesh, se cuenta como la diosa Ki le arrancó una costilla a Enki y con ella creó una diosa llamada Ninti, literalmente «mujer-costilla». El propio Enki condenó al exilio a los hijos de Ninti, es decir, a los humanos. Etimológicamente hablando Ninti es una versión antigua de Hawâ [Eva]. Nin significa «mujer», y Ti, «costilla», pero también «vida»; de modo que Ninti tiene un doble significado: «mujer-costilla» y «mujer-vida»; es decir, «la mujer que da vida», o en otras palabras, simplemente «madre».

El supuesto engaño de la serpiente solo puede ser considerado como tal si nos ubicamos en un lugar parcializado de la situación. Todo engaño supone un ardid por el cual se busca perjudicar la situación del otro. Si pensamos que la vida en el Edén, con sus revoluciones constantes y previsibles, su ausencia de conocimiento y su probervial falta de emoción, es un bien deseable, entonces podemos creer que Eva efectivamente fue «engañada» por la serpiente. Si en cambio creemos lo contrario, es decir, que un Edén sin autonomía e ideas propias no puede ser llamado «Paraíso», los términos de aquel engaño se invierten por completo.

Si la historia hubiese seguido el curso manso de las actitudes de Adán, siempre predispuesto a aceptar las prerrogativas divinas, entonces quizás todavía estaríamos habitando en el paraíso, pero en un paraíso contradictorio, donde lo bueno y lo malo se confunden y donde la sabiduría está prolijamente ausente. Bajo esos términos, el sacrificio de Eva justifica cualquier infortunio posterior. A ella le debemos el primer razonamiento, la primera decisión de la humanidad: sacrificarse a uno mismo por el conocimiento; aún cuando ello nos lleve a alejarnos de Dios.

También podríamos razonar que un Dios que prohibe el conocimiento no merece ser considerado como tal. No obstante, algo indefinible nos inclina a sospechar que el conocimiento genuino solo se adquiere mediante el trabajo y el sacrificio, algo que Eva intuyó mucho antes que su manso consorte.




Mitología. I Mitos bíblicos.


El artículo: La verdadera historia de Eva fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Eva fue creada de Adán, a imagen y semejanza de su creador, como se explica que no tuviese discernimiento entre bien y mal? ya lo tenía, pero su libre voluntad de elección (el símbolo de la serpiente), que en muchas culturas es señal de vida, sabiduría y conocimiento, fue el móvil de su libre albedrío. Es muy interesante el tema, muchas teorías, pero Dios solo Uno, la fuente original primaria del resto de las fuentes.

Sub umbra alarum tuarum dijo...

Hace como cuatro años que sus artículos llegan a mi Hotmail y créanme que los devoro con ansias de conocimiento, pero jamás he publicado nada de ustedes en mi blog por respeto y derechos de autor, así que hoy quiero preguntar si puedo poner este en mi blog?... Gracias por mas de cuatro años de buena lectura

Anónimo dijo...

Me gusta mas la mitologia. Creer en un Dios no esta dentro de mi ideoligia. Respeto la forma de pensar pero me gusta ver la biblia como un gran libro de mitologico. karla R

Sebastian Beringheli dijo...

Por supuesto que si, Betty. Adelante y éxitos con el blog.

Sub umbra alarum tuarum dijo...

Mil gracias, ni había leído la aprobación... Mil gracias!!!!

Sub umbra alarum tuarum dijo...

Ya lo se Karla, pero me encantó leer acerca de la mujer de modo rebelde, indomable, con ansias de conocimiento sin importar las consecuencias.

kino dijo...

Un filosofo romano dijo que Eva fue creada de la costilla, porque era la mitad del hombre por lo tanto no era superior ni inferior era igual al hombre. Respecto a la serpiente ella siempre ha sido un símbolo de la tierra de lo femenino, de la sabiduría; Muchos intelectuales han mencionada el extraño parecido con la mitología griega pues las manzanas siempre han simbolizado la sabiduría y lo prohibido.

VonKellcsiis dijo...

Lo que me resulta paradójico al leer este muy bien redactado artículo es que, si Eva supuestamente nunca hubiera tomado el fruto y no hubieran sido exiliados ella y Adán, si todos siguiéramos viviendo en el Edén, ¿cómo sabríamos que estamos en el paraíso? Sólo podríamos creer en la palabra de Dios de que vivimos en el Edén, pero jamás podríamos saberlo con seguridad porque jamás experimentaríamos el otro extremo (el "no-paraíso", el que supuestamente sufrimos como exiliados).

Veo además un paralelismo muy muy fuerte con la novela de Ray Bradbury, Fahrenheit 451, aunque cualquier otra buena novela que trate sobre la distopía cumpliría la misma función. Ser supuestamente "feliz" a cambio de sacrificar el conocimiento. Vivir todos contentos y tranquilos, pero homogeneizados, bajo la imagen de un ser todopoderoso (véase Dios, véase un dictador...). Ser un ganado hastiado y mustio, y gris y carente de vida. Si dicen que el paraíso es el Edén, donde puedo vivir sin preocupación alguna pero carezco libertad de ningún tipo (el conocimiento conlleva las libertades de pensar, opinar, razonar e incluso cambiar tu porvenir), pues para eso prefiero vivir donde vivo. ¿Cómo podré saber lo que es la felicidad si desconozco la tristeza y el dolor?

Esta historia, la de Adán y Eva y el Edén, es una de las que más me fascinan y a la vez más detesto, porque ha sido la excusa perfecta durante toda la historia para inferiorizar a las mujeres, culparlas y castigarlas por algo que no hicieron o que no pueden controlar. Y también porque es un perfecto ejemplo de cómo se deforman y mutilan historias (ya sean mitológicas o no) para utilizarlas en contra de un grupo colectivo (en este caso, la Iglesia y la sociedad contra las mujeres).

Por cierto, hace poco que descubrí este blog, casi de casualidad, mientras buscaba información sobre algunos demonios, y debo decir que me tiene fascinado. Aún tengo tanto por descubrir (y espero que siempre haya un artículo nuevo por leer)...

Saludos
VALE

Anónimo dijo...

Los primeros hebreos creian en un dios hombre y una mujer, Asherah
X eso el plural .ella era representada en la serpiente. Es la que los tienta con el conocimiento .castigandolos dios x querer ser como el .desterrandolos y dandoles libre albedrio del bien y el mal . Asherah es eliminada x la iglesia para someter a la mujer julio

Anónimo dijo...

Asherah vendria a
ser hoy el espiritu santo



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